Declaración de Apoyo Para los Estadounidenses de Origen Asiático e Isleños del Pacífico

Download Bishop’s Statement (pdf) English, Spanish, Vietnamese

29 de marzo de 2021

Nos unimos en abril para celebrar el Mes de la Herencia de los Asiático-Americanos e Isleños del Pacífico (AAPI por sus siglas in inglés).  Últimamente la comunidad asiática ha estado en mi mente y en mis oraciones dado al inquietante aumento de animosidad, prejuicios, agresión, y violencia en contra de ellos. Es una desgracia ver esto en nuestra sociedad.  Hemos llegado tan lejos en nuestro país desde las épocas de la Ley de Exclusión China y los campos de internamiento japoneses de generaciones pasadas. Y, sin embargo, volvemos a retroceder hacia el prejuicio, la discriminación, e incluso la violencia. Es triste y vergonzoso. El odio anti-asiático no solo hiere a los asiático-americanos; deteriora la dignidad de todos los estadounidenses.

Al empezar la Semana Santa, recordamos cómo la multitud se volvió en contra de Jesús, pidiendo su ejecución. Jesús está con nuestra comunidad asiática. La Iglesia apoya a nuestras comunidades asiáticas. Somos hermanos y hermanas los unos para los otros, miembros de una familia humana, con dignidad y valor. Los asiáticos e isleños del Pacífico aportan talentos y cualidades que enriquecen la cultura y la sociedad estadounidenses y nuestra Iglesia. ¡Los celebramos y los amamos como hermanos y hermanas!

Obispo Oscar Cantú
Obispo de San José

 

Bishop Cantu’s Diocesan 40th Anniversary Jubilee Message

Download Message: English | Spanish | Vietnamese

 

Dear Brothers and Sisters in Christ,

God’s people have always been called to journey. Abraham was called to leave his home country, journey to a new land, and trust God. Moses led the Israelites out of slavery in Egypt, journeying through the desert for 40 years to the cusp of the Promised Land. Jesus journeyed from Galilee to Jerusalem to fulfill his mission of salvation for the world. St. Augustine notes that “the Church progresses on her pilgrimage amidst this world’s persecutions and God’s consolations” (Civ. Dei, 18, 51; LG 8).

Our local Church, too, in the Diocese of San Jose, has journeyed 40 years in faith, in hope, and in love. As we look back at our history, we appreciate God’s presence and work among the diverse people in Santa Clara County. We recall the numerous persons – lay, religious, and clergy – who carried the banner of faith, of education, of social justice, and of outreach to the less fortunate.

Let us acknowledge that in our present, dynamic reality – increased secularization, racial and economic inequalities, and a global pandemic that has altered nearly every aspect of our lives – God continues to walk with us and unites us in Christ. Therefore, our jubilee is not only a year of celebration, but also a time renew our commitment to Christ’s mission as missionary disciples.

Moving forward, we must build on the rich legacy of these forty years and the fertile ground that many have tilled to address current challenges. We will work to enhance the vibrancy of our parishes, schools, and ministries throughout the Diocese for the next forty years and beyond. We will look to proclaim the Gospel boldly in our richly multicultural valley by encountering others where they are, witnessing our faith in community, and living our vocations fully, all the while remembering that God promises to be with us on our journey.  

I invite us all to listen deeply to the voice of the Holy Spirit in this year of Jubilee, as God calls us to rededicate ourselves in new ways so the work of the Gospel might transform the world. Happy 40th Anniversary! May we journey together in hope!

Most Reverend Oscar Cantú

Bishop of San Jose

 

Bishop Cantú Christmas Message (Spanish)

Bishop’s Christmas Message in EnglishVietnamese

 

 

“Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros” (Jn 1:14). Este fue el momento dramático y fundamental en la historia de la humanidad, cuando Dios que creó el mundo y entró en una alianza amorosa con la humanidad, envió a su único Hijo al mundo para traer la redención a través de su encarnación, muerte y resurrección.

Los últimos nueve meses de la pandemia nos han puesto a prueba, han puesto a prueba nuestra paciencia, han puesto a prueba nuestra fuerza de espíritu, y estamos cansados.  Cuán bienvenida es esta celebración de Navidad, mientras reflexionamos en la promesa cumplida de nuestro Dios: ” Yo apacentaré Mis ovejas y las llevaré a reposar “(Ez 34:15).  Jesús viene en la oscuridad de la noche para traer luz a la humanidad.  Viene a un mundo hambriento, muchos literalmente hambrientos y todos espiritualmente hambrientos, para ser el “pan que desciende del cielo” (Jn 6, 50).  Llega a un mundo dividido por la injusticia racial, ahogado por el humo de los incendios, herido por las dificultades económicas, cansado de las luchas políticas.

“Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el pesebre…” (Lc 2: 6-7).  Esta escena, encubierta de serenidad, donde María coloca a Jesús en el pesebre, en la oscuridad de la noche, como alimento para el mundo, habla a nuestra propia hambre y esperanza.  En la oscuridad de la pandemia, esperamos luz.  En el estrés del distanciamiento y el aislamiento, tenemos hambre de amor y seguridad.  Más tarde Jesús diría: “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8, 12), y “Yo soy el pan de vida” (Jn 6, 48).  En una época en la que el mundo está especialmente cansado de las tinieblas de un año difícil y hambriento de consuelo y paz, damos la bienvenida a María acostando a Jesús en el pesebre como pan para alimentar nuestra hambre y como luz para un mundo en la oscuridad.

Al iniciar un año nuevo, uno de jubileo y de dar gracias a Dios al cumplir 40 años desde la creación de la Diócesis de San José, estamos agradecidos de que el Papa Francisco haya declarado El Año de San José, uno de nuestros dos santos patronos diocesanos (junto con Santa Clara).  San José protegió y cuidó a María y a Jesús, especialmente en momentos de peligro, dificultad, y desafío.  ¡De igual manera, que nos proteja y cuide de nosotros hoy!

¡Permanecen en mis oraciones y les deseo una Navidad llena de alegría y paz!

Señor Obispo Oscar Cantú

Declaración del Obispo Cantú acerca de las observaciones del Papa Francisco sobre las uniones civiles del mismo sexo.

 

 

Download statement (pdf)  English | Spanish | Vietnamese

 

Jueves, 22 de octubre, 2020

El Papa Francisco fue citado recientemente en un documental que decía que apoyaba las leyes de unión civil para parejas del mismo sexo. El Papa Francisco no cambió ni está cambiando la enseñanza de la Iglesia Católica de que el matrimonio, como lo desea Dios y lo revelan las Sagradas Escrituras y la Tradición de la Iglesia, es entre un hombre y una mujer. El Papa Francisco ha defendido a menudo esta enseñanza y práctica básicas de la Iglesia sobre el matrimonio.

Asimismo, la Iglesia Católica enseña y defiende la dignidad irrevocable de toda persona humana, incluidos aquellos que se identifican como homosexuales y aquellos que eligen vivir en unión con su pareja del mismo sexo. En la entrevista en cuestión, el Papa Francisco parecía estar ofreciendo una respuesta pastoral a la realidad de las parejas del mismo sexo que viven sin protección legal y, a menudo, sujetas a violaciones de su dignidad humana e incluso violencia.

El contexto de la declaración del Santo Padre es importante: no fue un escenario formal, con la intención explícita de enseñar doctrina, como lo es una encíclica. Más bien, como lo hace a menudo, parecía haber estado comentando las formas pastorales de honrar la dignidad de las personas que se identifican como homosexuales y también de honrar la directiva del Catecismo de la Iglesia Católica que establece que las personas con tendencias homosexuales “deben ser aceptados con respeto, compasión y delicadeza”. (CIC 2358)

Bishop Cantú’s Message on the Election (Spanish)

Download Message English | Spanish | Vietnamese

View Bishop Cantu’s Video message on the election here.

 

16 de Octubre de 2020

Hermanos y hermanas en Cristo,

En relación a las elecciones, deseo señalar la enseñanza de los obispos sobre los “males intrínsecos” a la hora de votar. Me dirijo a los siguientes dos párrafos del documento de los obispos de los Estados Unidos, Formando Conciencias para ser Ciudadanos Fieles:

Los católicos a menudo afrontan decisiones difíciles sobre cómo votar. Es por esto que es tan importante votar de acuerdo con una conciencia bien formada que perciba la relación apropiada 19 que existe entre los bienes morales. Un católico no puede votar a favor de un candidato que toma una posición a favor de algo intrínsecamente malo, como el aborto provocado, la eutanasia, el suicidio asistido, el sometimiento deliberado de los trabajadores o los pobres a condiciones de vida infrahumanas, la redefinición del matrimonio en formas que violan su significado esencial, o comportamientos racistas, si la intención del votante es apoyar tal posición. En tales casos un católico sería culpable de cooperar formalmente con un mal grave. Pero al mismo tiempo, un votante no debería usar la oposición a un mal intrínseco de un candidato para justificar una indiferencia o despreocupación hacia otras cuestiones morales importantes que atañen a la vida y dignidad humana.

Puede haber ocasiones en que un católico que rechaza una posición inaceptable de un candidato incluso sobre políticas que promueven un acto intrínsecamente malo decida razonablemente votar a favor de ese candidato por otras razones moralmente graves. Votar de esta manera sería solamente aceptable si verdaderamente existen razones morales graves, y no para promover intereses mezquinos o las preferencias de un partido político o para ignorar un mal moral fundamental. (FCCF 34-35).

Tengan la seguridad de mis oraciones por usted mientras participa en el proceso democrático. ¡Que podamos trabajar para construir un mundo más justo y pacífico!

Suyo en Cristo,

Reverendísimo Oscar Cantú
Obispo de San José