De nuestra comunidad aún herida por un tiroteo masivo hace solo una semana en Gilroy, enviamos nuestras oraciones y muy sentido pésame a la gente de El Paso y Dayton y a todos los afectados por los recientes tiroteos que han dejado 29 muertos y demasiados heridos. Nos unimos en lamento con las familias de los fallecidos y rezamos por la recuperación de los heridos.

Pensamos en aquellos que albergan odio y miedo en sus mentes y corazones: les recordamos que es inaceptable sacar sus frustraciones con gente inocente. Todas las personas humanas son creadas en imagen y semejanza de Dios y como afirma la Declaración de Independencia, poseen derechos absolutos a “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.

Además, se nos recuerda que cada uno de nosotros en la familia humana tiene una responsabilidad mutua por su hermano, hermana y vecino. Por lo tanto, es importante que nos demos cuenta del impacto que el lenguaje y las actitudes del racismo, la discriminación y el odio pueden tener en los demás. También les pedimos se animen a informar a las autoridades apropiadas sobre cualquier señal que observen en otros que revelen odio y disposición para lastimar a otros o a ellos mismos.

Finalmente, nos unimos en solidaridad con el Cardenal Daniel DiNardo y el Obispo Frank Dewane en su declaración de parte de los obispos de los Estados Unidos: “La plaga de violencia armada continúa sin control y se extiende por todo nuestro país. Las cosas deben cambiar. Una vez más, pedimos una legislación efectiva que aborde por qué estos acontecimientos horrorosos de violencia mortal por el uso de armas se siguen repitiendo y continúan teniendo lugar en nuestras comunidades “.

Que el Dios de la paz traiga consuelo a las familias de los fallecidos y sanación a los heridos. Que todos prestemos atención a las palabras de Jesús, “ámense los unos a los otros”.