El Obispo McGrath, junto con el Obispo Cantú, está profundamente triste por el trágico tiroteo que se produjo el sábado por la mañana en la Sinagoga del Árbol de la Vida en Pittsburgh, Pennsylvania, que mató a 11 personas.

Citando la declaración del Cardenal Daniel N. DiNardo de Galveston-Houston y el presidente de la Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos que pide oración y acción para poner fin a la violencia, los Obispos de San José están de acuerdo en que la violencia como una respuesta a las diferencias políticas, racial o religiosas no serán toleradas y deben confrontarse con todos los esfuerzos posibles”.

Como dijo nuestro Santo Padre el Papa Francisco un día después del tiroteo, “todos nosotros estamos heridos por este acto inhumano de violencia.” El Papa oró a Dios “para que nos ayude a extinguir las llamas de odio que se desarrollan en nuestras sociedades”.

Los Obispos McGrath y Cantú les piden que continúen en sus oraciones a las víctimas de este trágico crimen, y a sus familias. “Estamos con nuestros hermanos y hermanas judíos”, dijeron, “en este momento de pérdida y tristeza”